Hay muchas leyes que se dan de espaldas a la realidad y muchas veces por motivos populistas, para quedar bien con "el pueblo". Estas leyes muchas veces están tan mal hechas que, en lugar de reglamentar algo que puede ser un problema, lo causan. Pasa con la ley sobre el aborto. De igual manera pasa con la absurda ley sobre la marihuana que dice que se pueden tener hasta ocho gramos de dicha droga en el bolsillo mientras que producirla, venderla y comprarla está totalmente prohibido. ¿Alguien puede explicar cómo es que puede ser legal portar algo que está prohibido producir, vender y comprar? 

Estas leyes tienen algo en común junto con otras como la Ley del Acoso, de tan complicada aplicación que las mujeres prácticamente tienen que llevar a la persona en el momento en que la está tocando para que proceda el caso. Y es que todas ellas tienen una buena intención pero su aplicación es tan absurda o nula que hace que la ley sea una parodia de si misma. 

Algo parecido pasa con la Ley Universitaria. Creo que todos queremos que la educación universitaria mejore de calidad. Aunque no se crea esto es algo que le interesa a todos: alumnos, docentes e instituciones. Entonces se dicta una ley para ordenar este punto. En la teoría suena bien. Todos de acuerdo. Sin embargo, cuando vemos la aplicación, nos encontramos con que la ley es una estandarización de tal nivel que es imposible aplicarla y, además, crea un tremendo problema que va a hacer que la educación empeore a niveles nunca antes vistos. 

Uno de los problemas son las reglas para los docentes que van a dictar clases en las universidades. Resulta que, en la estandarización, nadie se ha puesto a pensar qué es lo que ocurre en la realidad. Por ejemplo se pide que los profesores tengan una maestría (suena coherente) pero también resulta que esa maestría tiene que tener características estandar. Como no podemos controlar la calidad de las maestrías entonces la ley dispone que tenga 48 créditos como mínimo y que tiene que terminar con una tesis. Esto suena excelente. Sin embargo hay varios problemas:

Gran parte de las maestrías extranjeras no cumplen con esa norma y el creditaje es un equivalente. Por ejemplo si uno lleva una maestría en Europa va a ver que la mayoría tiene 60 ECTS (European Credit Transfer System). Resulta que la equivalencia con nuestros créditos es de 1.5. Esto nos da 40 créditos por lo tanto no vale. 

Si uno va a ver la posibilidad de una maestría online para llevarla en USA o Europa resulta que tampoco son válidas pues, según ley, las maestrías deben tener 50% de horas presenciales. Esto nos lleva al problema que eso descarta esta modalidad. 

Para empeorar las cosas hay muchas profesiones para las cuales no hay maestría alguna o solamente tienen una posibilidad. ¿Dónde saca en Perú una maestría en su especialidad un profesor de Diseño y Moda? ¿Qué maestría puede hacer en Perú un profesor que enseña canto? Entonces, para poder cumplir con la estadarizada ley, se tiene que llevar una maestría genérica como un MBA. ¿Cómo a un profesor que enseña un curso de Química I lo va a ayudar un MBA a mejorar su curso y dictado? Es un misterio. En el caso de la Química exiten maestrías del campo pero ¿hay en cocina maestrías universitarias? Se supone que la idea es que los profesores tengan un mejor nivel para dictar sus cursos no que tengan un cartón en otra área para cumplir con la ley. 

Con la escasa oferta local y las restricciones internacionales, lo que hemos hecho es limitar a los docentes a tener que hacerse con un cartón como sea. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, una persona con todos los grados para ser profesor, director, decano y rector es César Acuña. Según la ley él es el máximo nivel académico del país y una persona plénamente capacitada para dictar cursos en todos los grados. Él puede formar doctores, máximo grado académico que tiene una persona. Mientras que, maestros que tienen más de treinta años enseñando y tienen más de sesenta años de edad, no están capacitados por ley y tendrían que, a sus sesenta años, llevar una maestría en su campo para poder seguir dictando. 

El resultado, lamentablemente, será que las instituciones educativas comiencen a producir maestrías y doctorados en masa que cumplan con las horas y la tesis final para que el mercado se satisfaga. El problema está en que al no verificarse el nivel de la maestría, los profesionales van a apuntar al cartón lo que va a terminar convirtiendo todo en un grupo de profesores con un bajo nivel de formación pero con un grado que lo autoriza a seguir con su carrera. 

Lo que creo que se debió hacer es un convenio con las universidades para hacer programas de capacitación conversando sobre un estandar de calidad y certificando de qué instituciones se puede llevar la maestría o doctorado. Preocuparse porque todas las facultades tengan la posibilidad de cumplir con la ley. Lo que se ha hecho es decir "sacan maestría como puedan, ya verán ustedes o sino no trabajan". El resultado, evidentemente, va a ser salvar el hueco cuando se supone que el objetivo era mejorar el nivel educativo. Una maestría no necesariamente asegura calidad. Para empeorar las cosas nadie sabe qué maestría o doctorado es válido y cuál no. He preguntado en varias instituciones y todas, por supuesto, dicen que su maestría si vale (cuando en realidad está claro que la ley dice que no). Incluso uno no tiene dónde consultar si una maestría específica es válida salvo en la misma institución que, evidentemente, jura que es totalmente válida.

Sobre este punto ya hemos tenido artículos describiendo el problema como el artículo aparecido en El Comercio sobre el particular.  ¿Los candidatos han tenido en cuenta esto? Parece que solo algunos y no por los temas aquí planteados. 

ACTUALIZACIÓN

Aparentemente el principal problema actual es de comunicación. Han sacado algunos documentos esclarecedores que no están en la ley pero perfilan los procesos (que en realidad no están bien comunicados)

Aquí dos textos que tienen más información:

Maestrías en el exterior

Dudas sobre la ley

Ley Universitaria