Yo he pagado parte de la maestría de Keiko Fujimori y los relojes de Vladimiro Montesinos. Yo he pagado el whisky etiqueta azul de Alejandro Toledo que, por cierto, nunca he probado. Yo he pagado las contrataciones irregulares de Tula Benites y los departamentos de Luciana León. Yo he pagado los vestidos de Nadine Heredia y los pañales de Ana Jara y Carmen Omonte. Es decir que, desde inicios de los años dos mil, vengo pagando impuestos. A otro que le vayan con el cuento de que ese dinero construye carreteras y colegios. Más fe de que mi dinero llegue a los pobres le tengo al niño que, con su lata de donaciones, me pide que colabore para luego tratar de sacarlo cuando nadie lo ve.

SUNAT es una institución cuya principal labor es estimular la informalidad. Resulta, por ejemplo, que me ha llegado una carta de SUNAT donde dice que tengo una omisión de impuestos del 2010 y que tengo que pagar el monto más intereses dando como resultado una cantidad alucinante de dinero que, tengan por seguro, no podré pagar. Lo interesante es cómo llegué a esta situación económicamente letal.

Resulta que cuando trabajaba por recibos por honorarios todo era felicidad pues, siendo joven, los montos estaban muy lejanos a generarme una obligación tributaria. Símplemente declaraba que era pobre y no había más problemas. Cuando comencé a trabajar a medio tiempo por planilla las cosas se complicaron un poco pues descubrí que estar en dos regímenes diferentes tiene como resultado el dolor. El proceso del pago de impuestos suele ser tan complicado que las veces que he intentado que me expliquen cómo hacerlo por web me responden: "es muy complicado, tiene que venir a Centro de Atención". 

La vida me dio la oportunidad de trabajar en dos instituciones a tiempo parcial y ahí vino mi actual desgracia. Resulta que estas dos instituciones me descuentan impuestos cada mes (y no es poco). Yo pensaba que esas retenciones iban a SUNAT y que luego SUNAT sumaba todo y calculaba el monto a favor o faltante y cobraba o devolvía. Como soy un pulpín en contabilidad yo creía que en un mundo moderno donde las instituciones del Estado se premian y se hacen agazajos de millones de soles todo era automatizado. 

Sabiendo que no sé nada de contabilidad yo entraba cada cierto tiempo a la web de la SUNAT y miraba si debía algo. Siempre me decía “No hay omisiones”, “No hay deudas”, "No hay cobranzas coactivas" en resumen todo parecía estar bien y conforme a ley. Vivia tranquilo. Esto no significaba nada pues mi error había generado una deuda que iba creciendo sin que yo me enterara. 

Hasta ahí todo es producto de mi ignorancia. Sin embargo he descubierto hoy que SUNAT no puede brindarte información sobre tu estado deudor. Debido a la carta evidentemente pedí que me dieran la deuda de todos los otros años para de una vez fugar del país o salirme del sistema financiero formal y volverme un paria fiscal pues si no podía pagar el 2010 menos podría pagar un acumulado del 2010 al 2014. Sin embargo la señorita que me atendió me dijo varias cosas interesantes: 

1.- SUNAT no te avisa y, lo que es peor, no sabe si debes algo. Eso hasta que se hace una fiscalización y eso, oh milagro, suele ocurrir cuando tu deuda está a punto de prescribir (lo que significa que tienes que pagar la mayor cantidad de intereses imaginable)

2.- La página web puede decir que uno no debe nada y eso no tiene valor alguno. Por ejemplo en mi estado sale que estoy impecable a pesar de tener esta tremenda deuda. Es decir que ingresar a mirar via web si uno debe algo no sirve de nada y, lo que es peor, te hace creer que no debes nada de forma tal que no averiguas si debes hasta que te cae la fiscalización.

3.- En la misma ventanilla tampoco pueden decirte si es que debes algo. Es más, nadie puede decirte si todo está bien o estás a punto de recibir el golpe de tu vida. Yo, por ejemplo, tengo que irme a buscar las boletas de cuatro años atrás y calcular a ver si es que debo algo o no.

4.- SUNAT no sabe si es que hemos cumplido o no salvo haga un ejercicios de buscar inconsistencias. Esto puede pasar al azar en cualquier momento. Lo interesante es que nunca te informan sino hasta el último momento cuando la deuda es coactiva o está a punto de serlo (por lo general). Esto quiere decir que, mientras lees esto, puedes tener una deuda a la que se le suman intereses diarios y no lo vas a saber via web ni en ventanilla. Solamente tú puedes darte cuenta de la deuda que puedes tener y de la que nadie sabe nada hasta que fiscalicen.

Esto quiere decir que SUNAT es una trampa mortal debido a la falta de información que tienen y que termina siendo tu culpa. Por un lado te dicen que no debes nada y que todo está bien y por el otro están dejando que tu deuda acumule intereses para, en el último momento, te manden una carta con un plazo de diez días para pagar.

El pago de impuestos es una obligación pero también debería serlo brindar la información clara al contribuyente. Así como me descuentan con tanta precisión, me calculan los intereses de las deudas hasta con centavos y me mandan cartas con diez días de plazo para pagar cantidades absurdas, igual deberían poder decirme si es que debo de otros años para que no se sigan acumulando los intereses que servirán para pagar los servicios que brinda al estado Julio Gagó, los viajes de Victor Isla, las omisiones tributarias de Wuilian Monterola Abregú y, claro, las pistas y colegios que construyen día a día. A tener cuidado para que no les pase lo que me pasó a mi.