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Interestellar

La película que pone el dedo en la herida 

« Necesitamos expandir nuestros horizontes más allá del planeta Tierra … Antes o después, desastres como una colisión de un asteroide o una guerra nuclear, podrían acabar con todos nosotros”

Stephen Hawking

Publicado: 2014-11-21

Interestellar es una película maravillosa. Más allá de los gustos personales, pues te puede parecer aburrida y esto está bien, es una película que despierta el interés por la ciencia y el espacio, dos entornos que no tienen muy buen marketing porque no entendemos mucho de ellos. Nadie le dio importancia al acelerador de partículas de CERN hasta que alguien dijo que podía crear un agujero negro y destruirlo todo (porque así de poderoso es el hombre, ¡casi un dios!). 

Desde tiempos bastante remotos la ciencia ha sido ayudada de la ficción para llegar a todos y permitir que nos interesemos en ella. Imagínense tener que leer todo un compendio de Stephen Hawking o tener que entender la tesis de Albert Einstein para recién tratar de enterarnos lo que es la relatividad o los agujeros negros. Imposible. Felizmente hay muchos autores que nos facilitan las cosas al escribir novelas donde esos conceptos son usados para contar historias fantásticas como esta. Basta con recordar al padre de todo: Julio Verne para darles las gracias a todos ellos. 

Sin embargo creo que se debe tener en cuenta que gran parte de lo visto en esa película está basado en teorías que aún no se han podido probar y no necesariamente van a tener una aplicación práctica en el futuro. 

Resulta que la naturaleza tiende a replicar patrones para lograr un equilibrio en lo que a seres vivos se refiere. Por ejemplo es una regla que en todas las especies los depredadores deben ser menos que los depredados pues de otra manera la fórmula culmina en la extinción de ambos. Para lograr el equilibrio la evolución y las mutaciones regulan la tasa de nacimientos y muerte y la frecuencia de los mismos. Cuando se rompe ese equilibrio lo que obtenemos son dos o más especies extintas. 

Uno de esos mecanismos es la limitación que pone la naturaleza a los organismos para no expandirse descontroladamente. Para ello suele limitar los recursos esenciales para la subsistencia de la especie: fuentes de alimento, ciclos reproductivos, depredadores, instinto territorial, etc. 

Debido a esto es sabido que dos hormigueros que se encuentran no se unen y trabajan juntos sino que se atacan constantemente hasta que se alejan o se destruyen. No ocurre que se unan para trabajar mano a mano en beneficio de la "hormiguidad". De darse eso posiblemente el mundo ya hubiera desaparecido en un mar de hormigas y ellas mismas se hubieran comido hasta la desaparición.

Este mecanismo se ve reflejado a grandes escalas en el caso del hombre. Nuestro planeta nos limita a no poder escapar de él. Posiblemente si respiráramos CO2 podríamos vivir (no sin cierta dificultad) en más de un planeta. Pero resulta que dependemos del oxígeno que, oh casualidad, no se encuentra en equilibrio correcto en ninguno de los planetas conocidos. No solamente eso sino que es en realidad uno de los más escasos y donde existe (como en Titán) está tan mezclado con substancias que nos son tan venenosas y mortales que su presencia es intrascendente.

De igual manera resulta que otro recurso que necesitamos es el agua. Es un elemento irreemplazable y, no contentos con eso, no toda es potable sino que tenemos que lograr cierto equilibrio químico para que sea bebible y luego tenemos que tratarla para que no nos haga daño porque ahora nuestro cuerpo ya no resiste tan fácilmente tomar agua de río. Resulta que este elemento tan esencial tampoco se encuentra fuera de la Tierra en forma tal que la podamos consumir. 

Finalmente el tercer recurso necesario es el alimento. Necesitamos una alimentación equilibrada que requiere de alimentos vegetales, proteínas animales y alimentos energéticos basados en grasas y azúcares. Sin esos tres posiblemente terminemos muertos (más allá de la discusión sobre el consumo de proteína animal). Pues resulta que en los planetas explorados no hay absolutamente nada que podamos comer

Si los insectos, hongos y bacterias fueran los colonizadores es muy posible que ya hubieran tomado gran parte del sistema solar pero resulta que ellos no tienen los medios intelectuales y la naturaleza no les ha dado una forma de llegar tan lejos. 

Podemos citar otras características que se dan en nuestro Sistema Solar, como por ejemplo el hecho que los planetas más cercanos como Venus y Marte son hostiles pero visitables mientras que Urano, Saturno y hasta el mismo Mercurio son tan hostiles que el día que podamos posar un pie en ellos van a haber pasado varias generaciones de investigación y desarrollo científico (ni tus tatara nietos lo van a ver). 

La esperanza del hombre de encontrar un planeta habitable se basa, efectivamente, en encontrarlo en otro sistema. Es posible que, al igual que los hormigueros, si hubieran existido los marcianos ya nos hubiéramos destruido mutuamente. Es por ello que es muy posible que si hay otra civilización en el Universo nunca podamos llegar a ella

En este caso lo que queremos es soñar que podemos llegar a otros planetas donde podemos vivir, una nueva Tierra donde empezar olvidando los pecados cometidos contra este planeta, un escapar de nuestra realidad. Sin embargo esto es poco probable que se produzca pues todo se basa en teorías que no tienen una aplicación práctica. 

Es posible que, efectivamente, un agujero negro sea una curvatura en el espacio tiempo pero una cosa es que sepamos eso y otra muy diferente que la podamos usar como puente entre un punto del espacio y el otro pues estamos olvidando que nosotros no somos partículas moleculares sino materia compleja y cuando enfrentas a la materia compleja a una fuerza muy poderosa ya conocemos los resultados. Basta con lanzar a una persona del cuarto piso para ver lo que pasa y eso que se supone estamos totalmente adaptados a este planeta. Imaginen otro entorno un poco más hostil lo que sería para el hombre. 

Es posible que el que el espacio abierto sea mortal. El que las distancias sean imposibles de recorrer y que los cerrojos naturales que nos atan a este planeta sean tan contundentes que todo lo que conocemos en teoría no nos sirva de absolutamente nada y es muy probable que desaparezcamos antes de siquiera encontrar un planeta donde podamos establecer una colonia con la esperanza de sobrevivir. 

Justamente esta película es importante por eso. Porque al igual que la promesa de un hombre hace dos mil años, hace que las personas crean y volteen a mirar hacia el espacio donde, posiblemente, encontremos mucho conocimiento pero, me parece, de ninguna manera la clave de nuestra subsistencia futura. 




Escrito por

daso (Daniel Subauste)

Mulero convertido


Publicado en

Rincón del Insomnio

Un pequeño rincón donde se escriben ideas trasnochadas de noches sin poder dormir.