De cómo perdí a todos mis amigos por Life!
Y de cómo destronó a Facebook
"Si un amigo te pide dinero, reflexiona bien cual de los dos quieres perder, sí el amigo o el dinero."
Ya no recuerdo exactamente la fecha en que se lanzó Life! pues fueron muchas. Pero recuerdo a una sonriente Anahí de Cárdenas que me decía, en un video, que podía decir “soy Life!” en Claro y con ello estaría ganando dinero.
Mi primer recuerdo fue ese veintitrés de mayo del dos mil catorce. Entré a Mc Donald’s tal y como Homero Cristalli me dijo que haga y dije “Soy Life!”. La cajera me miró extrañada y levantando los hombros dictó mi pedido a la cocina. Yo sentía cómo ese veinte por ciento de mi compra se había acumulado en mi contador.
Saqué rápidos cálculos y me dije:
“Bueno, si me devuelven el 20% de cada compra eso significa que para la sexta vez que venga será gratis!”
No me pareció del todo descabellado aprovechar dicha oferta pues era totalmente gratis y por comprar un producto que ya compraba.
Triste fue mi experiencia cuando todo lo que conseguí fue que por los parlantes se escuchara:
-”Señor Life, su pedido está listo, señor Life...”
En ese momento miré mi tablet y me di cuenta de que la red social que destronaría a Facebook (y que realmente lo hizo) había tenido un retraso. Aquel día comí un Mc Donald’s triste y anoté mi primera pérdida.
Cuando al fin se abrió de verdad estuve muy emocionado. En mi red tenía a cuatro amigos. Bueno, no eran mis amigos, eran cuatro personas que me habían mandado un mensaje que era algo como:
“Oe pes kausha, acectame para ganar billete pes”.
Yo, emocionado pensando que, a más amigos más dinero, había puesto: “aceptar”.
Volví a Mc Donald’s y compré un combo por 25 soles. Comencé ha hacer cuentas y me di cuenta de que por 25 soles Mc Donald’s me daba 5 soles para mi cuenta Life!. Nada más feliz. De pronto recorde a los cuatro miembros de mi red y saqué cuentas. Resulta que de los 5 soles el 60% era mío y el resto lo repartía entre mis amigos.
Bueno, en tal caso me quedaba con 3 soles y los otros 2 soles eran 50 centavos para cada uno de mis “amigos”. Asumí que ellos también gastarían. Grande fue mi decepción al darme cuenta de que mis “amigos” habían gastado 0 por dos meses y tampoco habían respondido a mis mensajes. Evidentemente los eliminé y aprendí la lección.
Tiempo después volví a Mc Donald’s con Carla, Luis, Pedro y Jorge. Ellos no sabían nada de Life! y al pagar dije las palabras mágicas “soy Life!”. Entonces de los 25 soles que consumí me sumaron, al fin 5 soles. La vida era hermosa.
Mis amigos vieron esto y me preguntaron por el tema. Yo les expliqué y se les abrieron los ojos como platos. ¡Era dinero fácil!. Pues se inscribieron y se hicieron mis amigos. ¡Esta vez nada de amixer parásitos!.
La siguiente vez que fuimos todos pedimos el mismo combo de 25 soles y cada uno repartió el porcentaje de su compra y al final todos quedamos con… 5 soles. Ahí nos dimos cuenta de que si cada uno se queda con 3 soles y cada uno de los cuatro amigos le da .50 a los otros todos terminamos con 5 soles, es decir como si estuviéramos solos. Nos sentimos un poco tontos pero bueno, lo importante es tener amigos.
Todo fue alegría hasta que un día Carla se dio cuenta de que estaba hecha un cebú por tanto Mc Donald´s. Aquel día todos comimos nuestro combo de 25 soles mientras ella se pidió una ensalada de 10 soles. Las miradas se cruzaron incómodas cuando vimos que en nuestra cuenta, en lugar de los 5 soles de siempre, que era el 20% de la compra, habían solamente 4.20 céntimos. Esto se debía a que, al haber gastado Carla 10 soles el 20% eran 2 soles y de esos el 60% era para ella (1.20) y los .80 céntimos que quedaban se repartían entre los 4.
Asumimos que Carla pronto dejaría la dieta, pero la muy vaca siguió comiendo ensaladas por lo que la odiamos y todos la sacamos de nuestra red para reemplazarla por Mateo Miro-Quezada Perez-Garland y Gaviria-Gaviria. Un amigo evidentemente exitoso en la vida que nos llevaría a un nuevo nivel de amistad y dinero.
Lamentablemente la amistad duró poco pues un día de Enero del 2017 recibí el siguiente mensaje:
“Estimado amigo, ya no podemos ser más contactos en Life! debido a que eres tremendamente pobre o, como dicen en tu nivel socio económico (para el cuál se necesitarían letras más allá de la Z) eres un “misio”. Mientras yo he estado comprando con mi amiga Anahí y mi amigo Homero en Miami tú solo comes hamburguesas y vas al cine de la esquina por lo que nuestro desbalance amical es demasiado. Suerte en tu nivel social.
Tu “amigo”.
Mateo Miro-Quezada Perez-Garland y Gaviria-Gaviria.”
Es ahí cuando me di cuenta de que me había convertido en un parásito de otros amigos que gastaban más que yo mientras que botaba a los que gastaban menos que yo para que no me parasiten a mi. Desesperado comencé a hacer cuentas y comprendí que solamente podía tener amigos que gasten exactamente lo mismo que yo para obtener… ¡lo mismo que obtendría si estuviera solo!
Con el tiempo reduje mi círculo de amigos a mi mismo y la soledad se apoderó de mi.
Del gestor de Life! no puedo decir nada pues cumplió con derrocar a Facebook y en tiempo record. Mark Zuckerberg no tenía idea que muchas de sus empresas daban puntos Life!, que era dinero finalmente y cometió el error de entrar por curiosidad. Descubrió tarde que todos sus amigos gastaban mucho menos que él (y bueno, quién podía gastar más que el dueño de Facebook) y terminó siendo parasitado por todos ellos con tal desbalance amical que finalmente fagocitaron sus empresas hasta la absorción absoluta.
¿Life! trajo una nueva manera de vivir? pues lo cierto es que también cumplieron con eso. Con Facebook destruido y con gente que prefería la seguridad de la soledad para retener dinero, todos comenzamos a salir más a la calle. De Anahí, Homero, Aldo, Beto no volví a saber más, pero ahora miro a los niños jugar y sonrío cuando uno le pregunta al otro: “¿que promedio gastas en Life!?” para saber si pueden ser amigos.
*Todo el escrito es ficción y no se relaciona con ninguna red social actualmente en funcionamiento.