#ElPerúQueQueremos

De turista en el Monumental - parte II

Del racismo y otros demonios futbolísticos

Que un peruano sea racista roza con el canibalismo

Daniel Subauste

Publicado: 2013-12-16

Luego de lo descrito en la primera parte hubieron cosas nuevas que me llamaron la atención. La primera de ellas fue el racismo. Siempre en el estadio han habido gritos racistas "negro conchatumare", "cholo de mierda...!", "serrano idiota" y casi siempre enunciados por negros, cholos y serranos. Sin embargo no sabía que se había adoptado la costumbre europea de hacer ruidos de monos a los jugadores negros.  


Cuando se dio la primera vez yo no entendía por qué hacían ese ruido y por un momento me pareció que era un tipo de aliento primitivo al equipo. Algo como un grito vikingo de guerra. Pero luego caí en la cuenta de que se hacía cuando Guadalupe tenía el balón o se equivocaba. En ese momento voltié a ver a la tribuna haciendo el ruido.


Creo que lo que el peruano promedio no entiende es que los italianos, alemanes e ingleses haciendo ese ruido puede ser un insulto racista pero en el caso del peruano promedio no y eso se debe a lo siguiente:


Somos en general una raza morena, cobriza o como quieran llamarla pero hasta el cajamarquino más blanco es un morocho al lado de un teutón, un eslavo o un ário. Incluso los italianos, sin ser los más blancos de europa pueden darse esa atribución racista. Sin embargo los peruanos debemos entender que somos de estatura baja, con cavidad toráxica ancha y achatada, la mayoría "patichuecos" y de brazos largos. ¿No sabías que así somos?, no, no somos altos y rubios. 


Es por eso que cuando la tribuna hace ese ruido a un espigado jugador de raza negra de más de metro noventa y uno mira a los que tratan de insultarlo y resultan ser unos morochos de metro setenta (con suerte), labios gruesos, piernas chuecas y curvadas y largos brazos la verdad es que es de risa. Es como si la tribuna se hubiera vuelto una banda de pequeños monos tratando de ser agresivos. Ahí entendí el sticker que me entregaron en la puerta con una "alerta de racismo". Sin embargo no podía creer que las tribunas no se dieran cuenta que al hacer ese ruido más parecían los monos ellos que el jugador al que trataban de insultar. Realmente era divertido y me daba la imagen clara de que en realidad el peruano promedio cree que es una especia de ário espigado de dos metros de piel nivea y rubio.


A los que hacen ese ruido pido que por favor lo hagan frente al espejo. Esa va a ser la mejor alerta antiracista. A diferencia de los blancos que atacan a los jugadores africanos con ese ruido (y está mal y es racista) a nosotros no nos queda bien pues es realmente insultarnos a nosotros mismos. Supongo que no nos vamos a dar cuenta de ello nunca pero es lo que me llamó más la atención de lo nuevo que vi en el estadio. Lo único que hemos adoptado y a lo que más nos hemos acercado al fútbol europeo es a los insultos racistas que es lo único que de ellos no necesitamos. Realmente absurdo. 


Y finalmente la parte III "Poesía en la cancha"


Escrito por

daso (Daniel Subauste)

Mulero convertido


Publicado en

Rincón del Insomnio

Un pequeño rincón donde se escriben ideas trasnochadas de noches sin poder dormir.