La imagen que encabeza esta publicación me llegó por la mañana. Mi primer (y segundo) impulso fue considerar que la persona que ponía ese mensaje no tenía criterio alguno ni sentido común. Mencionar la muerte de un bebe, cuestionar la maternidad y paternidad responsables y acompañarlo con un sonriente selfie no parecía ser la mejor idea.

Personalmente estoy en contra de considerar a una persona bruta o tonta solamente por ser físicamente bella. Ese es un estereotipo y lugar común de nuestra sociedad (y de muchas otras) que lleva muchas veces al error por el prejuicio. Sobre todo, si nunca he visto el programa en cuestión, no me atrevería a exponer un juicio contundente sobre la persona. Sin embargo sobre la comunicadora sí puedo hacerme un juicio basado en su forma de comunicar las cosas.

No tengo idea si la conductora es periodista pero comunicadora de alguna manera es. Si tiene estudios universitarios no lo sé pero alguna formación debe tener para estar sentada en el puesto en el que está y sobre todo siendo la imagen de un medio de comunicación.

Por lo general los comunicadores (los buenos) siempre se fijan en lo que transmiten, en cómo lo transmiten y en las consecuencias de lo que transmiten (algunas veces se comenten errores). Evidentemente en este caso no estaba ninguna de las tres partes consideradas pero podía ser un error.

Lo primero que me llamó la atención fue la falta de tilde en la palabra “quién” dentro de la pregunta. Nosotros que somos simples mortales solemos cometer muchos errores ortográficos pero se me ocurre que una presentadora de noticias, comunicadora, dentro de su vía formal para anunciar las noticias tendría mucho cuidado en la forma y contenido de lo que transmite. Pronto me di cuenta de que no era así.

Quería saber quién era y, revisando su “TL” (time line) de twitter, me encuentro con que en realidad ella tiene totalmente disociado el contenido de sus mensajes con las fotos que se toma. Ella lo que vende no es el análisis de la noticia ni la opinión de la misma, lo que vende son escotes, maquillaje y sonrisas y esto no tiene nada de malo. 

"Rápido, necesitamos algo que haga que la gente nos vea" - click

Evidentemente el proyecto de la Ley de Unión Civil no tiene relación alguna con la imagen.

El racismo tampoco se encuentra representado por una sonrisa desde el set de conducción.

Esta imagen, por ejemplo, sí tiene relación con la noticia pues se mencionan a los candidatos "afarandulados" y la foto muestra la ligereza con la que se va a tratar el tema.

Evidentemente su sonrisa no implica que esté a favor del castigo físico. Mucho menos a favor de las consecuencias, lo que ella vende es su imagen para que participes (asumo se llama o se manda un mensaje con hashtag). 

Está claro que el tema de los selfies son una estrategia para captar televidentes en el complicado horario del medio día donde se suele competir contra programas del tipo "magazine". No vamos a imaginar que la foto está relacionada de alguna manera con el Gabinete y sus dislocados cambios. 

El canal sabe lo que tiene que vender para que los vean. No es, claramente, una imagen de intelectualidad sin parangón. 

Está claro que el objetivo hoy en día del periodismo, en general, no solamente es el rating sino ser TT (trending topic o tendencia)

Es entonces evidente que la foto no tiene nada que ver con la noticia del bebé fallecido pues podemos ver muchos ejemplos de lo mismo: una total disociación entre imagen y contenido priorizando el selfie y no la noticia. 

El problema es que podemos observar que el narcisismo es de tal grado que el tema o la noticia es lo secundario, es su imagen la que vende el programa. Los comunicadores y las personas públicas deben tener cuidado en lo que publican y cómo lo publican. Aquí está claro que la imagen y la superficialidad están muy por delante de la noticia y el contenido.

Posiblemente si yo colocaba lo mismo en twitter lo hubieran leído dos personas (una de ellas un bot) y hubiera pasado inadvertido. Sin embargo si estoy publicitando un programa de TV con hashtag y mi intención es que lo vea la mayor cantidad de gente tengo que darle una segunda mirada a lo que estoy publicando (no solo a si salió bien el selfie). 

De igual manera podemos ver que el cuidado por la forma de comunicar es totalmente nulo y que muchos de los mensajes que son reenviados por ella (o por su cuenta) son los que la alaban por su físico.

En resumen: 

La conductora no tuvo ninguna mala intención, lo que ocurre es que el narcisismo es de tal nivel que, posiblemente, se tome varias fotos para poder elegir cuál es la mejor y el mensaje es totalmente secundario y no relacionado con la foto y ni siquiera revisado (algunos de ellos tienen errores ortográficos pero el selfie bien enfocado)

Los comunicadores de TV y otros medios tienen que tener mucho cuidado con lo que publican. Un mensaje anunciado algo tan terrible como la muerte de un bebé acompañado de un sonriente selfie es , por decir lo menos, una falta de criterio.